En lo alto de la Montaña del Príncipe Pío, donde antes se encontraba un antiguo cuartel, se alza el Templo de Debod. Se trata de un templo egipcio de 2200 años de antigüedad consagrado a los dioses Amón e Isis y construido por el rey nubio Adijalamani.
Llegó a España como donación por parte del gobierno de Egipto, en agradecimiento por la colaboración al salvar los monumentos de Nubia, que iban a quedar sumergidos por el río Nilo tras la construcción de la presa de Asuán.
El templo es un monumento prácticamente completo (faltaría el embarcadero, la fachada que rodea al templo, parte de las laterales y un pilono). Tiene gran importancia histórica, ya que es el único lugar donde se documenta la existencia del rey Adijalamani.
En la actualidad, el templo es el edificio más antiguo de la ciudad de Madrid y uno de los museos más visitados de la misma.
Índice de contenidos
- 1 Cómo llegar al Templo de Debod
- 2 Precio de la entrada
- 3 Horario del Templo de Debod
- 4 Historia del Templo de Debod
- 5 Paseo por el Templo de Debod. Fotografías
- 5.1 – Exterior: La vía procesional de acceso al templo
- 5.2 – Vestíbulo: La actual recepción del museo y tienda
- 5.3 – Mammisi: La Capilla del Nacimiento
- 5.4 – Capilla de Adijalamani: El núcleo originario del templo
- 5.5 – Sala Uabet: El lugar puro
- 5.6 – Corredor Sur y Escaleras al Piso Superior: La Biblioteca
- 5.7 – Antesala del Naos: Un distribuidor a las estancias más sagradas del Templo
- 5.8 – Capilla del Naos: La estancia más sagrada (dedicada a Amón de Debod e Isis)
- 5.9 – Capilla Sur: Dedicada a Osiris y Horus
- 5.10 – Capilla Norte: Dedicada a Mut y Mahesa
- 5.11 – Cripta Norte: Un almacén secreto para guardar los objetos sagrados
- 5.12 – Capilla Osiríaca: En ella se celebraba la muerte y resurrección del diós Osiris
- 5.13 – Terraza: Donde tenían lugar las ceremonias principales del Año Nuevo
- 6 Atardecer en el Templo de Debod
- 7 El templo en nuestros días. Principales retos de futuro
- 8 Visita Virtual al Templo de Debod
Cómo llegar al Templo de Debod
El Templo de Debod se encuentra en la Calle Ferraz, 1 en Madrid. Puedes ir en transporte público de las siguientes maneras:
- Metro:
Estaciones de Plaza de España (Lineas 2, 3 y 10) y Ventura Rodríguez (Línea 3). - Tren de Cercanías:
Estaciones de Madrid-Príncipe Pío y Sol. - Autobús:
1, 2, 74, 25, 39, 46, 75, 138, C1, 3, 44, 133, 148 y C2.
Precio de la entrada
El Templo de Debod se puede vistar de forma gratuita.
Horario del Templo de Debod
El horario para visitar el Templo de Debod es el siguiente:
Martes a Domingo y Festivos:
De de 10 a 20 horas (último pase de visita quince minutos antes del cierre).
Cierra los siguientes días:
Lunes y los días de Año Nuevo, Reyes, día del Trabajador, Nochebuena, Navidad y Fin de Año.
Puede consultar los horarios concretos de apertura en la página del Ayuntamiento de Madrid, a través del enlace indicado.
Historia del Templo de Debod
– El templo en la antigüedad
Al sur de Egipto y próximo a la primera catarata del Nilo, en la Baja Nubia, se encontraba la pequeña ciudad de Debod. Esta región, fronteriza con el reino de Meroe, fue objeto de disputa entre los gobernantes egipcios y meroitas hasta el siglo I antes de Cristo.
Adijalamani, rey de Meroe, construyó en esta localización una capilla dedicada a Amón (padre de todos los dioses) entre los años 195 a 180 a.c. Es el núcleo más antiguo del templo y en ella aparece el rey adorando a los dioses y ofreciéndoles sacrificios.
El templo debió formar parte de una ruta sagrada para los peregrinos que acudían hasta el grán centro religioso dedicado a la diosa Isis en la isla de File. Según la tradición, en el Templo de Debod la diosa Isis tuvo a su hijo Horus, de camino a File.
En la entrada a la capilla, purificándonos con agua, encontramos a los dioses Tot y Horus. En los relieves de las paredes podemos ver al rey Adijalamani adorando y ofreciendo sacrificios a Amón y otros dioses como Isis, Hathor, Osiris, Horus, Mut, Satis y Anukis.
Entre los siglos II y I a.c., diversos monarcas Ptolemaicos ampliaron el santuario otorgandole más relevancia a la diosa Isis (esposa de Osiris y madre de Horus) frente al dios Amón. Las contribuciones de estos monarcas fueron las siguientes:
- Ptolomeo VI: construye nuevas salas y capillas.
- Ptolomeo VIII: dedica una naos a Isis (desaparecida en el siglo XIX).
- Ptolomeo XII: dedica una naos a Amón de Debod.
En los siglos I y II d.c., los emperadores romanos Octavio Augusto y Tiberio decoraron la fachada y el vestíbulo. También construyen un Mammisi adosado al templo, dedicado al nacimiento del dios Horus a partir de la diosa Isis.
Con el cierre de los templos egipcios, decretado por Justiniano entre 535-537 d.c., Debod quedó abandonado y tuvo presencia ocasional de nómadas, visitantes árabes y cristianos. Sería en el siglo XIX cuando llegaron los exploradores europeos.
Uno de estos ilustres viajeros fue Champollion, que tras descifrar la Piedra de Roseta y con ella la escritura jeroglíifica, estuvo en el templo como parte de un viaje para aplicar los nuevos conocimientos adquiridos sobre los templos de la zona.
Gracias a estos viajeros tenemos constancia de cómo era el templo en aquella época, bien a través de sus estudios o de los grabados que hicieron, así como el deterioro que ha ido sufriendo a lo largo de los años.
– La construcción de la Presa Alta de Asuán (1960-1970)
El río Nilo ha sido desde sus orígenes fuente de vida para las tierras que atraviesa. Cada año, el nivel del río se elevaba, vertiendo sus aguas que inundaban el valle y el delta; Cuando éstas se retiraban, se quedaba el limo arrastrado, que fertilizaba el suelo.
Sin embargo algunos años no llovía y otros había inundaciones. Los antiguos egipcios tuvieron esto presente, y construyeron acequias e idearon métodos como la noria, que les permitía aprovechar mejor el agua del Nilo.
A finales del siglo XIX los británicos construyeron la Presa Baja de Asuán, que tenía en un origen 54 metros de altura, y sería ampliada en dos ocasiones. Las lluvias fluían por sus compuertas, para luego cerrarse en la última fase de las crecidas.
El problema de esta presa es que sólo podía almacenar el suministro de agua de un año, y son frecuentes las sequías de varios años. Además, a principios del siglo XX la población aumentó y estaba concentrada en un 5% del territorio de Egipto (el Delta y el Valle).
En 1952, como parte de la revoluión egipcia, un golpe de estado envía al rey Faruk al exilio y proclama la república. Nasser se convierte en su presidente, pasando a ser el primer egipcio en gobernar su país desde que el último faraón se sometió a los persas.
Gamal Abdel Nasser quiso entonces hacer realidad un viejo sueño de Egipto: controlar el Nilo.
Para ello construyo la Presa Alta de Asuán, una nueva presa de 111 metros de altura cerca de la baja que permitiría en un futuro hacer canales y fertilizar otras tierras, con lo que se podrían construir otras comunidades además de la del Valle y el Delta del Nilo.
Además de esto, se generaría energía eléctrica con la que se podría iluminar el país, industrializar la zona, fabricar productos para el mercado mundial y crear empleo. Se esperaba que el nuevo embalse albergara las necesidades de agua de Egipto por tres años.
– El llamamiento de la UNESCO (1960-1965)
En 1960, solucionados los problemas de financiación del proyecto (los soviéticos les concedieron un préstamo), los ingenieros rusos y egipcios empezaron a trabajar conjuntamente en la construcción de la Presa Alta de Asuán modificando los diseños alemanes.
La construcción de la nueva presa haría que el agua penetrase en Sudán, donde había uno de los reinos más antiguos: Nubia.
Se acordó repartir las aguas del Nilo entre Sudán y Egipto, y que los egipcios compensaran a los nubios por su traslado: con una casa nueva, asignación económica y de 4000 a 12000 metros cuadrados de tierras (así como disponer de electricidad).
Sin embargo, muchos templos egipcios antiguos desaparecerían bajo las aguas del Lago Nasser, siendo los más importantes de ellos los templos de Ramses II, los de la isla de File y Abu Simbel. La UNESCO hizo un llamamiento para salvar estos templos.
Entre los años 1960 y 1965 se llevaron a cabo los trabajos de desmantelamiento y traslado de los templos amenazados a sus nuevos emplazamientos, así como excavaciones arqueológicas y documentación de las inscripciones para saber más de estos templos.
España fue uno de los paises que colaboró en la excavación de yacimientos. Realizó siete campañas arqueológicas y publicó once volúmenes con los trabajos realizados; También aportó fondos para el salvamento de los templos de Abu Simbel y la isla de File.
Fue necesario trasladar catorce monumentos. Como recompensa a estos esfuerzos, la República Árabe de Egipto, entrego otros cuatro templos en concepto de donación a los paises que colaboraron:
- Dendur, concecido a Estados Unidos (actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York).
- Taffa, concedido a Holanda (actualmente en el Museo Egipcio de Leiden).
- Ellesiya, concedido a Italia (actualmente en el Museo Egipcio de Turín).
- Debod, concedido a Madrid (actualmente en los Jardines de la Montaña).
Alemania recibió la entrega del pórtico ptolemaico del Templo de Kalabsha (actualmente en el Museo de Berlín).
– Traslado del Templo de Debod a Madrid (1961-1972)
En el año 1961, una misión arqueológica polaca, desmontó el templo y lo trasladó a la cercana isla de Elefantina (frente a Asuán), quedando allí depositado durante diez años. En 1971 se trasladó al Puerto de Alejandría, de donde partió rumbo a España.
Un equipo de arqueólogos españoles se encargó del montaje y restauración del monumento. Se escogió para su ubicación el Paseo del Pintor Rosales, en la Montaña del Príncipe Pío, siendo inaugurado en el año 1972 ante una grán expectación de los madrileños.
Para su construcción se colocó cada uno de los 1356 bloques originales en su lugar, reemplazando los que se habían perdido o deteriorado con el paso de los años con piedra blanda traída de Salamanca, para que se pudiera distinguir de la original.
El trabajo fue laborioso y difícil, ya que no llegaron todas las piedras ni la documentación que se esperaba, pero finalmente pudo ser inaugurado en el año 1972. Desde entonces el Templo de Debod se ha convertido en otra de las señas de identidad de Madrid.
Paseo por el Templo de Debod. Fotografías
– Exterior: La vía procesional de acceso al templo
En el antiguo Egipto el templo constituía el lugar donde habitaba el dios al que fuese dedicado el mismo. Por esa razón, no todo el mundo podía acceder a su interior: sólo el faraón o algunas élites de sacerdotes que hacían los ritos y sacrificios podían hacerlo.
Para los antiguos egipcios había una dualidad de fuerzas contrapuestas. Por un lado estaba el caos, representado por el mundo exterior que tiene un origen caótico y por otro, el orden, cuyo origen estaba en la divinidad que moraba en el interior del templo.
El recinto estaba rodeado por un muro separado en tres patios, a los que se accedía a través de tres pilonos (portales) que conducían finalmente al edificio del templo. De los tres pilonos, únicamente han llegado a nuestros días dos de ellos.
Las piedras que faltan, así como el tercero de los pilonos, desaparecieron entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, por la rapiña de piedra que hicieron las poblaciones vecinas. Estas piedras que faltan se han sustituido por piedra de Salamanca.
– Vestíbulo: La actual recepción del museo y tienda
El Vestíbulo es una estancia rectangular. Gracias a los viajeros del siglo XIX, sabemos que estaba decorado con relieves de Augusto y Tiberio realizando ofrendas a los dioses (de los que solamente han llegado a nuestros días los restos de la pared occidental).
Actualmente el Vestíbulo es donde se ubica la recepción del museo y la pequeña tienda de recuerdos del mismo. Se comunica con cuatro puertas que conducen al Mammisi, Corredor y Escalera hacia el piso superior, Capilla de Adijalamani y Sala Uabet.
– Mammisi: La Capilla del Nacimiento
La palabra Mammisi es de origen copto y significa lugar de nacimiento. Hace alusión a la sala donde la diosa venerada en el templo (en este caso Isis) daba a luz, celebrándose en dicho lugar el misterio del nacimiento divino.
El Mammisi de Debod fue construido en época romana y presenta la peculiaridad de estar integrado dentro del edificio. Para realizar el acceso desde el templo a esta sala, hubo que abrir una apertura en el muro sur del Vestíbulo.
– Capilla de Adijalamani: El núcleo originario del templo
La capilla de Adijalamani es la sala más antigua del templo. Fue construida por el rey de Meroe Adijalamani, durante la breve ocupación de la Baja Nubia por parte de Meroe, en honor de los dioses Amón de Debod e Isis.
En la capilla aparece Adijalamani, representado como rey de Egipto, realizando las ofrendas rituales a los dioses. Según hemos podido saber por los testimonios de los viajeros que por allí pasaron en el siglo XIX, la capilla estaba ricamente decorada.
En el año 1907, con la construcción de la Primera Presa de Asuán, el templo permaneció sumergido bajo las aguas del Nilo nueve meses al año durante 54 años, lo que provocó la pérdida de la policromía y de numerosos relieves grabados en la piedra arenisca.
– Sala Uabet: El lugar puro
El Uabet era una capilla destinada a la purificación de los sacerdotes del templo antes de acceder al resto del mismo. Se utilizaba en las ceremonias de preparación de las estatuas para la Fiesta del Año Nuevo Egipcio, la cual tenía lugar a mediados del mes de Julio.
En esta sala es donde se inicia la visita. En una de las paredes se proyecta un breve vídeo introductorio a las salas que vamos a ver.
– Corredor Sur y Escaleras al Piso Superior: La Biblioteca
El Corredor Sur se encuentra entre las Escaleras de subida a la Terraza y la Capilla de Adijalamani. Se trata de una estrecha estancia con forma rectangular que, según se piensa, pudo albergar una biblioteca.
En su muro norte se observa un diagrama circular interpretado como un reloj de sol, un zodíaco o trazos previos a la decoración.
La escalera, como hemos dicho, da acceso a la parte superior del templo, donde se encuentra la Terraza y la Capilla Osiríaca.
– Antesala del Naos: Un distribuidor a las estancias más sagradas del Templo
La Antesala del Naos es una pequeña estancia que sirve de distribuidor a las salas más sagradas del templo. Desde ella se tiene acceso a la Capilla de Adijalamani, las Capillas Norte y Sur, así como la sala más sagrada del templo: la Sala del Naos.
– Capilla del Naos: La estancia más sagrada (dedicada a Amón de Debod e Isis)
La parte más sagrada y secreta del templo era la Capilla del Naos. En ella se guardaban las estatuas de los dioses principales (Amón de Debod e Isis) en grandes sagrarios de piedra (naos), ante los cuales se celebraban las ceremonias rituales diarias.
Originariamente existían dos naos: uno más antiguo dedicada a Isis y el que podemos ver hoy en día dedicado a Amón de Debod.
– Capilla Sur: Dedicada a Osiris y Horus
Las capillas laterales albergaban los altares y estatuas de otros dioses residentes en Debod. Se cree que la Capilla Sur pudo estar dedicada a los dioses Osiris y Horus.
– Capilla Norte: Dedicada a Mut y Mahesa
Las capillas laterales albergaban los altares y estatuas de otros dioses residentes en Debod. Se cree que la Capilla Norte pudo estar dedicada a los dioses Mut y Mahesa.
– Cripta Norte: Un almacén secreto para guardar los objetos sagrados
Las criptas eran pequeños espacios disimulados entre los muros, o bajo el suelo, y que servían como lugares secretos donde guardar objetos litúrgicos sagrados o de gran valor. Esta cripta en concreto está dividida en dos pisos.
– Capilla Osiríaca: En ella se celebraba la muerte y resurrección del diós Osiris
En la parte superior del templo se encuentra la Capilla Osiríaca. Se trata de una pequeña capilla que, a diferencia de la Terraza, está techada y en la cual se celebraban algunos misterios relacionados con la muerte y resurrección del dios Osiris.
Hoy en día podemos ver en ella una maqueta del Templo de Debod que nos permite hacernos una idea de cómo era originalmente.
– Terraza: Donde tenían lugar las ceremonias principales del Año Nuevo
Ocupando el resto del espacio de la parte superior del templo, y a cielo abierto, se encontraba la Terraza.
En ella se celebraba la ceremonia final de la Fiesta del Año Nuevo Egipcio, en la cual sacaban las estatuas de los dioses para que fueran iluminadas por el sol del año nuevo y participaran así de su renacimiento y regeneración.
Actualmente, y por motivos de conservación, la Terraza se encuentra cubierta. En ella podemos ver una maqueta de los templos que había en la región de Nubia, de los cuales el Templo de Debod era uno de ellos.
Además de las maquetas que nos muestran cómo era el Templo de Debod y la distribución del resto de templos en Nubia, en la Terraza encontramos otros elementos encontrados en el área que ocupaba allí el templo (como altares, sillares, estelas y capiteles).
Atardecer en el Templo de Debod
Desde el Templo de Debod se puede ver la mejor puesta de sol de todo Madrid. Al atardecer grupos de fotógrafos acuden, trípode en mano, a sacar fotografías del templo con el cielo rojizo de las últimas horas del día o azulado según va entrando la noche.
Es un sitio extraordinario para descansar. Puedes pasear, salir a correr o disfrutar de las vistas que hay desde el Mirador. Según dónde nos situemos, podremos ver la Casa de Campo y el Parque de Atracciones o la Catedral de la Almudena.
En Verano, un nutrido grupo de personas acuden allí para hacer yoga, compartiendo con los niños del parque cercano la tranquilidad y la paz que pocos parques tienen ya. Quizás sea el dios que habita dentro del lugar.
Muchas personas se habrán preguntado qué es la estatua que hay en la parte de abajo del parque, junto a una de las escaleras que suben a lo alto de la montaña. Se trata de un homenaje en honor de los fusilados el 2 de Mayo de 1808 por las tropas francesas.
Fue aquí, a los pies de la Montaña del Príncipe Pío, donde se produjeron los fusilamientos que pintó Goya. Las cenizas de 43 de aquellos fusilados, representantes de los dos millares ejecutados ese día, se encuentran enterradas en el Cementerio de la Florida.
El templo en nuestros días. Principales retos de futuro
El Templo de Debod está hecho con piedra arenisca, que es un material poroso y bastante permeable. Si bien esto no era ningún problema en el lugar donde se creó, al trasladarlo a Madrid sí lo es, ya que las inclemencias climatológicas afectan a sus piedras.
La Lluvia, la nieve, el hielo, la contaminación, el vandalismo y la acción de las aves (que defecan o anidan entre sus rocas), son agentes de los que no tenía que preocuparse en su ubicación original, pero que aquí afectan negativamente al monumento.
A pesar de que el templo es restaurado, el futuro del mismo depende de propuestas que le ayuden a adaptarse a un clima al que no está habituado. Algunas de las mismas pasan por cubrirlo para aislarlo del entorno, lo cual permitiría tenerlo a una temperatura y humedad constante, asi como tener la accesibilidad a su interior más controlada.
De esta forma además podría retirarse la cubierta y dejar la terraza como estaba originalmente en el templo. Por contra, esto implicaría que al estar más restringida la entrada al monumento, menos gente podría visitarlo.
Otras propuestas abogan por trasladar el templo al recinto del Museo Arqueológico, pero dada la gran cantidad de piedras que tiene el monumento y el trabajo que supuso el trasladarlo y montarlo en su ubicación actual, sería algo muy complicado.
Visita Virtual al Templo de Debod
En el siguiente enlace del Ayuntamiento de Madrid podéis realizar una visita virtual al Templo de Debod, conocer cómo era originariamente y acceder a una serie de audiovisuales y documentos que nos ayudan a comprender mejor el templo.
Además de lo anterior, nos permite descargar material como fondos de pantalla y videos. Es una página, sin duda, recomendable.