La Necrópolis de Sieteiglesias se trata de un conjunto de cerca de 150 tumbas datadas entre los siglos IX y XI, en el período histórico conocido como Edad Media. En este yacimiento existen tumbas antropomorfas excavadas en la roca y tumbas de cista.
Índice de contenidos
La Necrópolis de Sieteiglesias se encuentra en la Calle del Altillo nº16, en el municipio de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias, de Madrid.
Puede llegar en transporte público mediante las siguientes líneas de autobuses interurbanos que salen desde Plaza de Castilla:
El yacimiento arqueológico no dispone de aparcamiento público, pero no es complicado aparcar en las inmediaciones del mismo.
La Necrópolis Medieval de Sieteiglesias es un cementerio compuesto por cerca de 150 tumbas, datadas entre los siglos IX y XI (Edad Media), sobre un roquedal de granito en torno a la Iglesia de San Pedro Apostol del municipio madrileño de Sieteiglesias.
Encontramos aquí dos tipos de enterramientos: tumbas antropomorfas (también conocidas como rupestres) y tumbas de cista.
El tipo de tumba, en función del número que aparece indicado en el plano, es el siguiente:
La Necrópolis de Sieteiglesias se puede visitar mediante una visita guiada (acompañados de un guía turístico) o con visita individual.
Los horarios variarán en función de la opción que hayamos decidido escoger:
Debe reservar llamando a los teléfonos 91-8694129 y 671545951, o escribiendo al correo electrónico turismo@lozoyuela.com.
Preguntar en el Bar-Restaurante “El Serón“, en Sieteiglesias, el cual está abierto de Viernes a Domingo.
Estos son los precios de las entradas a la Necrópolis de Sieteiglesias:
A pesar de que el yacimiento dispone de algunas rampas, por las características del terreno, no es accesible para sillas de ruedas.
Lozoyuela, Navas y Sieteiglesias se encuentran situadas en el Valle del Lozoya, sobre un terreno granítico y unos suelos ácidos y poco profundos (motivo por el cual la agricultura fue relegada prácticamente para el autoabastecimiento y el consumo del ganado).
Las parcelas existentes eran de pequeño tamaño, cultivándose en ellas patatas y hortalizas, pero la explotación de recursos de estos municipios eran principalmente la ganadería y sus bosques. Pero fijémonos en Buitrago de Lozoya, señorío al cual pertenecían.
Tras la conquista de toledo, en el año 1.085, Buitrago de Lozoya vuelve a manos cristianas. Posteriormente, en el año 1.096, el rey Alfonso X “El Sabio” concedió el escudo del municipio con la leyenda “Ad Alenda Pecora” (que significa para el sustento del ganado).
Esto motivo que pastores de Sepúlveda (Segovia) se dirigieran a estas tierras, convirtiendo la ganadería en la principal fuente de riqueza, lo que se confirmó con el paso de la Cañada Real Segoviana por Sieteiglesias y la celebración de una feria de ganado.
Aunque en origen los primeros cristianos comenzaron enterrándose en el interior de las iglesias, con el paso del tiempo comenzaron los enterramientos en el exterior de las mismas. En la Necrópolis de Sieteiglesias se aprovechó una masa granítica para las tumbas.
Con posterioridad se construyó, en el siglo XVII, la Iglesia de San Pedro Apostol sobre la necrópolis (como se ve en algunas tumbas).
Desde el año 1.973 el municipio de Sieteiglesias desapareció para formar parte del nuevo municipio de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias, con sede municipal en la localidad de Lozoyuela, contando actualmente con 1.266 vecinos viviendo en el municipio.
Los trabajos para convertir la Necrópolis Medieval de Sieteiglesias en yacimiento arqueológico visitable de la Comunidad de Madrid comenzaron en el año 2.001. Desde entonces se realizó su estudio, acondicionamiento y apertura para la visita del público.
La Necrópolis de Sieteiglesias se sitúa sobre un macizo granítico, junto a la Iglesia de San Pedro, siendo esta iglesia posterior a la necrópolis (siglo XVII). A pesar de que parece que la Necrópolis rodea la Iglesia, lo cierto es que la Iglesia se sitúa sobre las tumbas.
Su origen se encuentra entre los siglos IX y XI, si bien los enterramientos se sucedieron hasta bien entrada la Edad Media. Como habíamos comentado, el origen de la Necrópolis se debe a la repoblación cristiana de la comarca de Buitrago tras la Reconquista.
La forma de realizar los enterramientos consistía en lavar o ungir el cuerpo, envolverlo en lienzos de lino y colocarlo dentro de la fosa cubriendo la tumba con losas de piedra. En algunas ocasiones, por restos encontrados, se metían también en cajas de madera.
Cabe destacar que los cuerpos se sitúan según la costumbre cristiana de la época, es decir, con la cabeza dispuesta hacia el Oeste y los pies hacia el Este. Sin embargo algunas tumbas, se cree que como un castigo al difunto, no han seguido este tipo de orientación.
Por desgracia no se han encontrado muchos elementos de ajuar. Tan sólo una jarra y dos vasos realizados toscamente en cerámica.
Las tumbas antropomorfas (también conocidas como rupestres) son enterramientos excavados directamente en la roca, de forma ovalada y fusiforme (de bañera). A veces reproducen la silueta del muerto y se puede apreciar una zona rebajada donde iba la tapa.
Algunas de las tumbas del yacimiento fueron más profundas pero, debido a la erosión del terreno, se han quedado más superficiales.
Las tumbas de cista consistían en la creación de una caja, a partir de lajas de piedra clavadas verticalmente alrededor de la fosa, con otra laja más grande que cerraba la tumba por su parte superior. En las últimas excavaciones han aparecido más tumbas de este tipo.
La Tumba de los Reyes es un conjunto de tumbas antropomorfas formado por tres tumbas en su parte anterior y otras tres tumbas en su parte posterior. Destaca en este enterramiento un pequeño nicho donde se piensa que situaban las ofrendas para los difuntos.
Después de realizar la visita al yacimiento podemos acercarnos a ver la Iglesia de San Pedro Apostol. Se trata de una iglesia construida en el siglo XVII pero que, tras sufrir los estragos de la Guerra Civil Española, tuvo que ser restaurada con posterioridad.
La iglesia presenta unas líneas arquitectónicas sencillas. Está realizada en mampostería con sillares, una única nave rectangular y un arco triunfal que marca el comienzo del presbiterio, el cual se encuentra elevado respecto a la nave y con el coro situado a sus pies.
El pórtico de acceso, con dos columnas clásicas, y la sacristía se adosan al muro de la epístola (situado en el Sur de la iglesia).
Si nos apetece seguir por la zona, en Lozoyuela podemos visitar el museo etnográfico. Se trata de una colección de la familia Velasco (cuyo origen se remonta a 1.830) con útiles de la vida de antaño (hogar y cocina, caza, pesca, labranza, ganadería, etc).
Para completar el día podemos acercarnos a Buitrago de Lozoya, donde podremos subir a las murallas y contemplar su castillo (actualmente en restauración), o visitar el Museo Picasso (provisto de fondos que donó Picasso a su barbero y amigo Eugenio Arias).
La Necrópolis Visigoda de Remedios se encuentra dentro del recinto donde se sitúa la Ermita…
El Teatro Real de Madrid es una de las salas de ópera más importantes de…
El Carillón Goyesco de la Plaza de las Cortes es una de las joyas menos…
Buitrago de Lozoya es el municipio con el recinto amurallado mejor conservado de la Comunidad…
Madrid Río es un parque de Madrid, construido entre los años 2.007 y 2.011, tras…
La Casa de Quevedo se encuentra en el Barrio de las Letras de Madrid. Francisco…